... Y les clavaban una estaca en la boca para que no se oyesen los gritos
"Entraban los españoles en los poblados y no dejaban niños, ni viejos y tampoco mujeres preñadas que no desbarrigaran y los hicieran pedazos. Hacían apuestas sobre quién de una cuchillada abría un indio por medio o le cortaba la cabeza de un tajo.
Arrancaban a las criaturitas del pecho de sus madres y las lanzaban contra las piedras. A los hombres les cortaban las manos. A otros los amarraban con paja seca y los quemaban vivos. Y les clavaban una estaca en la boca para que no se oyeran los gritos.
Yo soy testigo de todo esto y de otras maneras de crueldad nunca vistas ni oídas".
Fray Bartolomé de las Casas. Año 1552